La Voz del Interior, matutino cordobés, habla sobre la visita de la Reina de Holanda. Lo increíble es el desplante (otro de los tantos)al no asistir a un evento organizado por la reina especialmente para agasajarlo a él.A continuación el artículo:
Los buenos modales duraron poco: el viernes por la noche, Kirchner le hizo un “desplante inédito” a la reina, al no asistir a la cena de honor que ésta ofreció a las autoridades argentinas en el Teatro Colón.
Lo mismo había hecho unos meses atrás con el presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki. El mandatario regresó muy molesto a su país, que sirve como puerta de entrada al naciente mercado africano. Ese disgusto produjo su efecto: la misión de una treintena de empresarios de la Región Centro (Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe) que hoy comienza sus actividades en Sudáfrica no es acompañada por los gobernadores ni por ningún funcionario de jerarquía.
¿Qué tienen que ver estos gestos diplomáticos con la economía argentina, sacudida otra vez por la carrera entre precios y salarios?
Mucho, y el hecho de que Kirchner esté “encerrado” en el país es una consecuencia de la política de precios que eligió el Gobierno. Los suspendidos contratos con las empresas de servicios –en manos de capitales españoles, franceses, ingleses y norteamericanos– tienen aún pendientes las renegociaciones de tarifas. Esas tratativas llevan cinco años de atraso.
Que se vayan!
Además, el Presidente echó al Grupo Suez de mala manera del servicio de agua potable y cloacas de la Capital Federal y de 17 partidos del conurbano bonaerense. Esto provocó la reacción del presidente francés Jacques Chirac, quien borró a la Argentina de su periplo por Latinoamérica.
“No voy a cambiar mi actitud por la visita de un presidente”, le enrostró Kirchner. El episodio se agravó con el otro “empujón” que el Presidente le dio al grupo francés para que dejara la concesión de Aguas Cordobesas, pese a que había revertido el pésimo servicio y era una de las empresas con mejor imagen en la capital provincial.
Argentina terminó por expulsar al principal grupo mundial en el manejo de aguas y tratamiento de residuos cloacales. Conclusión: Chirac no viene y Kirchner no podrá ir a Francia por el resto de su mandato.
Inglaterra, Alemania y España...AFUERA!
Lo mismo le sucede con Gran Bretaña, gobernada por el socialista Tony Blair, aún con la cuestión de Malvinas sin resolver a 24 años del desembarco en las islas, y tampoco podrá visitar Alemania y España, país éste donde su amigo José Luis Rodríguez Zapatero ya perdió la paciencia a la espera de respuestas del mandatario argentino.
España...AFUERA!
Los españoles temen ahora que la ola estatista les arrebate Repsol-YPF y Aerolíneas Argentinas.
El Gobierno niega que tenga en sus planes quedarse con el petróleo y los aviones (en manos del Estado argentino daban pérdidas), pero los gestos de los funcionarios de segunda línea son más “para que se vayan, que para que se queden”, según evaluó ante La Voz del Interior un inversor español con intereses en otros servicios.
Italia, Uruguay, Brasil, Bolivia, Chile, EEUU...AFUERA!
Kirchner no puede ir a Italia por el desaire que les hizo a los miles de bonistas que invirtieron en títulos de la deuda. Tampoco es bienvenido en Uruguay; no quiere viajar a Brasil porque recela de los sueños de potencia de Lula; e ir a Bolivia y a Chile es un trago amargo por el conflicto por el gas. No tiene visa de ingreso a Estados Unidos porque atacó con dureza a George Bush durante la Cumbre de las Américas. Al Presidente sólo le queda rumiar su poder y sus caprichos en el país.
Conflictos y precios
En el fondo, los conflictos tienen que ver con el esquema de precios que Kirchner privilegió, y que supone congelar los valores, fijar precios que no reflejan los valores internacionales de los combustibles, la energía y el agua, con lo cual desalienta las inversiones externas. Los capitales no se animan a entrar en esos negocios (el fracaso para traspasar Aguas Argentinas es claro) y sólo queda que el Estado vuelva a prestarlos.
¿Hasta cuándo alcanzará la plata que el Estado recauda a través de impuestos distorsivos (por caso, por las retenciones Córdoba aportó más de 5.300 millones en los últimos tres años) para sostener precios alejados de la realidad e invertir en las re-estatizadas empresas?
Carne y leche
El precio de la carne cedió algo en Liniers durante la semana anterior, pero no en los mostradores. El problema sigue siendo una oferta insuficiente para atender una demanda que se mantiene firme. El Gobierno reaccionó cerrando todas las exportaciones, salvo las de la cuota Hilton comprometidas a la Unión Europea.
Estados Unidos, Rusia y Japón ya protestaron por el incumplimiento de los contratos. Argentina se aísla cada vez más en una aldea global de negocios.
Ahora, la administración le apuntará a la leche y a los fideos secos. Argentina acaba de perder una licitación de 12 mil kilos de leche en polvo en Argelia a manos de una firma norteamericana, que ofertó cumplir el contrato a unos 2.100 dólares la tonelada, colocada en los puertos argelinos. Por la suba de costos internos (más retenciones y la eliminación de los reintegros) y de los salarios, los productores argentinos quedaron fuera de carrera.
“Si nadie invierte en dos productos altamente competitivos –carne y leche–, ¿qué se puede esperar para otros sectores más expuestos?”, se preguntaba un tambero del departamento San Justo.
Argentina tiene un problema de precios que el Gobierno debe acometer, antes de que las tensiones acumulen una inflación reprimida que en algún momento estallará. Malas experiencias sobran para aprender del pasado.
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